RAMON CALSINA BARÓ (Barcelona, 1901–1992).
Nace el día 26 de febrero de 1901 en la ciudad de Barcelona. Sus padres tenían una panadería y vivienda en el centro del barrio del Poblenou. Un pueblo recién anexionado a la gran Barcelona y que se había convertido, como consecuencia de la industrialización en Cataluña, en un barrio obrero con una gran concentración de fábricas y con muchos conflictos de todo tipo e inquietudes culturales, sociales y espirituales. Sus padres trabajaban duro para salir adelante con el negocio y a él, de niño, le tocó recórrer el barrio repartiendo los pedidos de la clientela. Este ambiente le marcará profundamente su sensibilidad y conformará sus raizes y recuerdos muy presentes en sus obras.
Tras iniciar su formación en la Academia Baixas de Barcelona, Calsina ingresa en 1920 en la Escuela de La Lonja, donde fue discípulo de Feliu Mestres. Mientras estudiava trabajó en una empresa de vidrieras artísticas, donde llegó a ser maestro cristalero. En 1929 y 1930 gana unas becas para estudiar en Granada y París y expone en Societé Nationale de Beauxs Arts, el Salon des Humoristes y el Salon des Superindependents. Debuta individualmente en 1933 en la Sala Parés con importante revuelo. También cabe destacar su etapa de profesor en la Escuela de Bellas Artes del 1932 al 1939. La guerra civil espanyola truncó su buen momento y con la derrota de la República, después de un exilio corto en Argelers, decidió volver a Barcelona dónde estuvo mucho tiempo en el silencio aunque no dejó de trabajar. De especial importancia fueron las antológicas que celebró en Barcelona en 1957 y 1966.
Su estilo es muy particular, cercano al realismo mágico, con gran dominio del oficio y la técnica, muy importante para él, y de una desbordante imaginación, a menudo irónico, sarcástico y pleno de detalles insólitos o fantásticos. Asimismo, revela ciertas influencias de Goya, Daumier y Hogarth.
Como dibujante realizó ilustraciones, carteles y vidrieras. Diseñó los figurines y la escenografía de la obra teatral “El casament de la Xela”, de Xavier Berenguel (1938) o el cartel de la obra teatral “Fam” (1938) de Joan Oliver. Entre 1931 y 1933 colaboró con la revista alemana “Der Querschnitt”. También ilustró novelas, como “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”(1966) y las Obras selectas de Edgar Allan Poe (1970) para Editorial Nauta.
En 1964 obtuvo el premio internacional de dibujo Ynglada-Guillot, y en 1990 se le concedió la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya.
En 1984 un numeroso grupo de poetas, escritores, artistas e intelectuales hicieron un llamamiento social al reconocimiento de Calsina, como consecuencia del cual la Caja de Ahorros de Barcelona, con la colaboración de la Generalitat de Catalunya, le dedicó una muestra antológica. En 1997 se celebró una gran exposición en el Centro Cultural Conde Duque en Madrid, realizada por la Fundación BancoSabadell con la colaboración del Ayuntamiento.
A Ramon Calsina lo podemos definir como el pintor difícil de catalogar y que no estuvo nunca de moda. Y, en cambio, la contemplación de su obra no suele dejar indiferente. Posiblemente las modas en arte obedecen a intereses alejados de la finalidad última del Arte, que es, ciertamente, el diálogo íntimo del espectador con cada obra.
Su obra se encuentra en diversos museos espanyoles como el MNAC en Barcelona, además de en importantes colecciones particulares.
En 2009 fue creada la Fundación Ramon Calsina, impulsada por sus herederos, con el fin de divulgar y conservar su obra. Durante estos más de diez años se han realizado numerosas exposiciones en museos y entidades como el Museo de Montserrat o Centre Cultural Terrassa.
RAMON CALSINA BARÓ (Barcelona, 1901-1992) was born on February 26, 1901 in Barcelona. His parents owned a bakery and a home in the center of the Poblenou neighborhood. Poblenou had been recently annexed to Barcelona and it had become, as a consequence of the industrialization in Catalonia, a working-class neighborhood with a large concentration of factories. Also, as a result of the industrialization, Poblenou developed cultural, social and spiritual conflicts of all kinds. Ramon Calsina’s parents worked hard to get ahead with their bakery business and, as a child, he was tasked with delivering customer’s orders. Calsina’s childhood environment deeply influenced his artistic sensibility, and his childhood roots and memories are very present in his works.
After starting his training at la Academia Baixas de Barcelona, Calsina entered la Escuela de La Lonja in 1920, where he studied under Feliu Mestres. While studying, he worked at a stained-glass company and became a master glassmaker. In 1929 and 1930 he won scholarships to study in Granada and Paris and exhibited at Societé Nationale de Beauxs Arts, el Salon des Humoristes and el Salon des Superindependents. He made his solo debut in 1933 at la Sala Parés, to great acclaim. Also noteworthy was his time as a teacher at the la Escuela de Bellas Artes from 1932 to 1939. The Spanish Civil War cut short this important moment in his career, with the defeat of the Republic. After a short exile in Argelers, he decided to return to Barcelona where he worked in solitude. Of special importance were the exhibitions that celebrated him in Barcelona in 1957 and 1966.
Calsina’s artistic style can best be described as having a kinship to magical realism, and, in addition to profound mastery of artistic craft, Calsina’s work contains many unusual, often fantastical, details; his work also reveals influences from Goya, Daumier and Hogarth. As a cartoonist, Calsina made illustrations, posters, and stained-glass windows. He designed the costumes and scenography for the play El casament de la Xela, by Xavier Berenguel (1938) and the poster for the play Fam (1938) by Joan Oliver. Between 1931 and 1933 he collaborated with the German magazine Der Querschnitt. He also illustrated novels, such as Don Quijote (1966), and The Selected Works of Edgar Allan Poe (1970) for Editorial Nauta. In 1964 he won the Ynglada-Guillot international drawing prize, and in 1990 he was awarded la Creu de Sant Jordi by the Government of Catalonia.
In 1984 a large group of poets, writers, artists and intellectuals made a social appeal for the recognition of Calsina, as a result of which la Caja de Ahorros de Barcelona, with the collaboration of the Government of Catalonia, dedicated a retrospective to him. In 1997 a major exhibition was held at the Centro Cultural Conde Duque in Madrid, held by la Fundación BancoSabadell, with the collaboration of the City Council.
While Ramon Calsina’s work is difficult to categorize, viewers cannot help but be moved by it. And perhaps it is the viewer’s intimate dialogue with each work, rather than any categorization, that is the ultimate goal of art. Calsina’s work can be found in various Spanish museums such as the MNAC in Barcelona, as well as in important private collections.
In 2009, the Ramon Calsina Foundation was created, promoted by his successors, in order to disseminate and preserve his work. For more than ten years, numerous exhibitions have been held in museums and entities such as the Montserrat Museum and the Terrassa Cultural Center.
“Mercat del Poblenou” Ramon Calsina i Baró, 1952 © Fundació Ramon Calsina 2021 “La collita” Ramon Calsina i Baró, 1985 © Fundació Ramon Calsina 2021